domingo, 2 de diciembre de 2012

ALBERT ESPINOSA


Un día «amarillo» con Albert Espinosa

ABC recorre la Feria del Libro con el escritor número uno en ventas en Sant Jordi y un ejemplo en superar tres cánceres

Día 05/06/2011
Albert Espinosa pide un bocata de jamón y una coca-cola light. Desmiga el pan como la magdalena de Proust. Y mastica su vida en 65 minutos. El tiempo —11,20 de la mañana— es amarillo en la Feria del Libro. Albert ha superado tres cánceres y es feliz. Ha perdido el miedo a la muerte, a la que ha derrotado, siempre desde la ternura, y es feliz. Pierna, pulmón e hídago. «Me cortaron una pierna, perdí un pulmón y un cuarto de hídago». Y es feliz. Se acerca un «amarillo», le abraza y le felicita. Los «amarillos» son amigos, amores, lectores que te dan una caricia, un abrazo, un te quiero. Albert convoca a los «amarillos» allá donde va. Recuerda que en Sant Jordi, donde fue el autor que más libros vendió en catalán y castellano, un niño «amarillo» le regaló uno de sus pinochos y su epito rillo. Él, que colecciona pinochos, se maravilló. Pasan unos minutos de la hora del Ángelus. Reclaman a Albert para el maratón de firmas. Caseta 215. Una mesnada de seguidores forma una cola interminable, y así todo el día. En Barcelona cautivó a un público de entre 12 y 19 años; en Madrid ha conquistado a los que superan la cuarentena. Todos, «amarillos»: le quieren, le besan, le acarician. Albert es ingeniero de la ternura. Lo fue en el hospital donde ingresó con 15 años, y tuvo que vivir la vida de los chicos que morían. La felicidad era su motor. El de «los pelones». En la cuarta planta luchó y perdió el miedo a morir. «Yo tenía la sensación de que cuando un niño moría, distraía el cáncer para que pensáramos dos o tres. Los que mueren son igual de supervivientes que nosotros». Tenía ganas de hacer una película que hablara de la verdad, y nació «Cuarta planta», tras su éxito en el teatro, gracias al apoyo de su maestro «amarillo»: Antonio Mercero, que creyó en él cuando la cinta era carne de DVD. Albert narró la muerte como vida. «Al final, las pérdidas se acaban convirtiendo en ganancias. Yo no perdí una pierna, gané un muñón», es su lema. Y su grito de guerra: «No somos cojos,¡ ¡somos cojonudos!».
Los lectores acuden con sus tres libros —«El mundo amarillo», «Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo» y «Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven», en Grijalbo. Y él les cuenta que es feliz: «Aprendí con el cáncer a quitarme el miedo a la muerte, esa es la mejor herencia». Les da un bálsamo de esperanza: «Me dieron un 1,5 % por ciento de posibilidades de vivir, les dijeron a mis padres que me llevaran a Menorca a pasar el último mes, no me rendí y todos los años voy a Menorca y digo: “Aquí estoy”».

QUE CANTEN LOS NIÑOS.

Que canten los niños que alcen la voz
que hagan al mundo escuchar
que unan sus voces y lleguen al sol
en ellos está la verdad.

Que canten los niños que viven en paz
y aquellos que sufren dolor
que canten por esos que no cantaran
porque han apagado su voz.



Yo canto para que me dejen vivir
Yo canto para que sonría mamá
Yo canto porque sea el cielo azul
Y yo para que no me ensucien el mar
Yo canto para no los que no tiene pan
Yo canto para que respeten la flor
Yo canto porque EL mundo sea feliz
Y Yo canto para no escuchar el cañón.



Que canten los niños que alcen la voz
que hagan al mundo escuchar
que unan sus voces y lleguen al sol
en ellos está la verdad.
Que canten los niños que viven en paz
y aquellos que sufren dolor
que canten por esos que no cantaran
porque han apagado su voz.



Yo canto porque sea verde el jardín
Y yo para que no me apaguen el sol
Yo canto por el que no sabe escribir
Y yo por el que escribe versos de amor
Yo canto para que se escuche mi voz
Y yo para ver si les hago pensar
Yo canto porque quiero un mundo feliz
Y yo por si alguien me quiere escuchar.



Que canten los niños que alcen la voz
que hagan al mundo escuchar
que unan sus voces y lleguen al sol
en ellos está la verdad.
Que canten los niños que viven en paz
y aquellos que sufren dolor.
que canten por esos que no cantaran
porque han apagado su voz.

FRANCESCO TONUCCI


Francesco Tonucci (Fano1941), también conocido por el seudónimo "Frato", es un pensador, psicopedagogo y dibujante italiano. Es autor de numerosos libros sobre el papel de los niños en el ecosistema urbano y de artículos en revistas italianas y extranjeras.
Realizó estudios de pedagogía en la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán. Con 28 años recibió una distinción en ese campo y empezó a satirizar la realidad de la escuela a través del nombre de “Frato”, nombre que surge al fusionar las primeras sílabas de su nombre.
Trabajó como maestro y, en 1966, se convirtió en investigador en el Instituto Psicológico del Consejo Nacional de Investigación, del que más tarde presidió el Departamento de Psicopedagogía, que lleva adelante el programa de educación ambiental. El objetivo de este programa es crear una base de datos "para y por los niños". Sus investigaciones se centran en el desarrollo cognitivo de los niños, su pensamiento, su comportamiento y la relación entre la cognición de los niños y la metodología educacional. En 1991 llevó a cabo en su pueblo natal el proyecto de Ciudad de los Niños, consistía en hacer una ciudad cuyo punto de referencia sean los niños. El proyecto tuvo mucho éxito y se extendió a distintos puntos del mundo.
Ya en 1991 fue nombrado presidente del “Comité Italiano de Televisión y Menores”, comité que pretende la protección de los niños. También es colaborador de la Ciudad de la Ciencia deNápoles para “El taller de los pequeños” y colaborador científico del proyecto “El museo de los niños”, de Roma. Fue nombrado profesor honoris causa de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Pontificia Universidad Católica de Lima (Perú).

Dins la fosca


Dins la fosca tot d'una
sota el tronc d'un vell pi
s’enfilava la lluna
com el punt de la "i"
olarà-liria
olarà-liró
olarà-liria
olarà-liró

la castanyera


Quan ve el temps de menjar castanyes
la castanyera, la castanyera
ven castanyes de la muntanya
a la plaça de la ciutat.

La camisa li va petita, 
la faldilla li fa campana,
les sabates li fan cloc-cloc,
i al ballar sempre gira així...   

sábado, 1 de diciembre de 2012

BON DIA!



Bon dia, bon dia!
bon dia al dematí!
La lluna s'amaga
i al sol deixa sortir.
Bon dia, bon dia!
bon dia al dematí!
Fem fora la mandra
i saltem corrents del llit.

Bon dia, bon dia!
bon dia al dematí!
Bon dia a tothom,
bon dia jo us vull dir.
Bon dia, bon dia!
bon dia al dematí!
El gall ja ha cantat,
i el dia ha començat.

A-Bon dia
B-bon dia!
A-Bon dia a tothom.
B-Bon dia
A-bon dia!
B-Bon dia a tothom.

A-Bon dia
B-bon dia!
A-Bon dia a tothom.
B-Bon dia
A-bon dia!
B-Bon dia a tothom.

Bon dia a tothom.
Bon diaaaaaaaa!
BON DIA!!

 

Bon dia! - Dàmaris Gelabert